Los chakras son puntos de energía que, cuando están en equilibrio, potencian nuestra energía vital. A su vez, esa energía nos asegura un mayor bienestar tanto a nivel físico como mental.
En los últimos años, ha crecido el interés en Occidente por las terapias que ofrece la medicinal oriental. Algunas personas han explorado esta alternativa por simple curiosidad. Otras, llevadas por la necesidad de encontrar una solución para dolencias que la medicina convencional no ha podido curar.
Y es que, a diferencia de la ciencia, los métodos orientales se centran en la consecución de un equilibrio físico, mental y energético. Si nos fijamos bien, veremos que ese equilibrio coincide, ya de entrada, con la definición de salud.
Qué son los chakras

El término chakra proviene del sánscrito y significa “círculo” o “disco”.
De acuerdo con el hinduismo, los chakras son 7 centros de energía que se ubican en diferentes partes del cuerpo humano. Funcionan como unas “válvulas” reguladoras del flujo de energía y, dependiendo de su ubicación, varían en su fuerza vibratoria y velocidad.
En la India, se cree que el aire inhalado (conocido como energía prana), recorre el cuerpo dándole fuerza a los centros de energía.
Los chakras reciben, acumulan y distribuyen el prana para optimizar las funciones de varias partes de nuestro cuerpo.
Los chakras se encuentran alineados desde la base de la columna vertebral hasta el vértex, conocido como abadhuti.
Así las cosas, para algunos hinduistas y budistas, estos centros energéticos se cuentan de abajo para arriba, en 6 zonas del cuerpo. Sin embargo, otros autores consideran que hay un séptimo chakra, el cual se ubica en la coronilla.
1. Muladhara o chakra raíz

Se localiza entre el ano y los genitales.
Está conectado con las glándulas corticoadrenales.
El color que lo identifica es el rojo.
Su elemento es la tierra.
Se bloquea por el miedo. Por eso, hay que dejar que los miedos se muestren con claridad para liberarlos.
2. Svadhisthana o chakra sacro
Se encuentra en el sacro.
Está conectado con las glándulas suprarrenales.
Se lo asocia al color naranja.
Su elemento asignado es el agua.
Lo bloquea la culpa. De ahí que haya que liberarse de esta. Y, para ello, es necesario saber perdonar.
3. Manipura o chakra del plexo solar
Está ubicado dos dedos por encima del ombligo.
Tiene conexión con el bazo, el estómago y el hígado.
Su color es el amarillo.
El fuego es su elemento.
Se bloquea por la vergüenza.
4. Anahata o chakra del corazón
Se localiza en la región del corazón.
Está conectado con la glándula del timo.
Su color es el verde.
Su elemento asignado es el aire.
Se bloquea por el dolor.
Está relacionado con los sentimientos del corazón.
5. Vishuddha o chakra de la garganta

Se encuentra ubicado en la región de la garganta.
Está conectado con la glándula tiroidea.
Le corresponde el color azul.
Su elemento es el éter.
Guarda relación con la comunicación.
6. Ajna o chakra del tercer ojo
Se localiza entre los dos ojos.
Tiene conexión con la glándula pituitaria.
Su color es el violeta.
Se asocia con la intuición y el sabor.
Se bloquea con la ilusión.
7. Sahasrara o chakra de la corona
Se encuentra en la coronilla.
Está conectado con la glándula hipófisis, el centro y conexión con la energía cósmica.
Le corresponde el color violeta o índigo.
Se bloquea por los lazos mundanos.
Siguiendo lo anteriormente expuesto, los chakras están relacionados entonces con nuestros pensamientos, sentimientos y hábitos. El equilibrio entre todos ellos potencia nuestra energía vital. De ahí la importancia de mantenerlos limpios. Solo así podremos disfrutar de esa confortable sensación de bienestar físico y mental que llamamos comúnmente salud.
Si nuestros sentimientos o hábitos no son sanos, los chakras empiezan a deteriorarse y se produce un desbalance energético. Este desequilibrio compromete no solo nuestra salud física y mental, sino la relación que tenemos con el entorno.
Cuando están limpios (es decir, que nada interfiere el flujo energético que se establece entre estos), disfrutamos, entre otras cosas, de:
Mayor claridad mental
Mejor calidad de sueño
Energía vital constante
Mejor salud y longevidad
Mayor capacidad intuitiva
Mejor poder de concentración
Mayor conexión con el entorno
Menor condicionamiento de nuestra conducta por sentimientos negativos como el miedo y el resentimiento
Cómo limpiarlos

Hoy en día hay varios métodos terapéuticos para equilibrar la actividad de los chakras.
Meditación y yoga
Baños con cuarzos relacionados con los chakras
Ejercicios de respiración profunda
Aquellas personas que sienten que no son capaces de equilibrar sus chakras por sí solas, pueden practicar a diario la meditación o bien, acudir a centros especializados.